Determinar el impacto que tiene una empresa en el medioambiente puede ser una tarea complicada, pero es posible de afrontar. Lo primero es saber qué es la huella de carbono de las empresas y el beneficio que un negocio puede obtener al calcularla.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es la mejor estimación de la cantidad total de gases de efecto invernadero generados directa o indirectamente para fabricar y operar un producto, una empresa o un hogar, por ejemplo. Saber calcular la huella de carbono es importante para las empresas, puesto que esta cifra sirve para comparar el consumo actual con el ideal y ayuda a establecer planes para reducirlo con el tiempo.
Si la empresa tiene un compromiso de responsabilidad social corporativa, comprender su huella de carbono le permitirá cuantificar las medidas de reducción y hacer que los informes que publique y comparta con sus grupos de interés sean más sólidos.
Cada vez más clientes solicitan datos sobre la huella de carbono de las empresas con las que trabajan. Además de ayudarles a calcular sus propias emisiones, usan estas cifras y los objetivos establecidos para reducir el impacto para decidir quiénes pueden convertirse en sus mejores partners.
¿Cómo se calcula la huella de carbono en las empresas?
Para calcular la huella de carbono en las empresas es necesario recopilar datos varias fuentes. La información acerca de los viajes, la logística o las operaciones suelen considerarse datos esenciales para obtener una huella completa y precisa. Así, para calcular la huella de carbono en las empresas, hay que tener en cuenta los siguientes puntos:
- Conceptos que deben incluirse. Las mediciones deben incluir el 100% de las emisiones directas e indirectas de las propias operaciones, más todas las emisiones indirectas de actividades fuera de las propias operaciones de la organización. Esto implica a distintos actores y diversas fuentes de datos, y debe aportar información acerca de viajes de negocios, desplazamientos de empleados o emisiones derivadas del uso de productos vendidos, además de actividades relacionadas con la gestión de materias primas o la producción agrícola.
- Dividir las emisiones en fuentes. La finalidad de esta división es encontrar las áreas y los puntos críticos donde es preciso hacer reducciones e identificar los principales riesgos y oportunidades para la empresa.
- Recopilación de datos. Los datos necesarios para calcular la huella incluyen cuatro alcances:
- Emisiones de combustión. Son las emisiones consideradas directas e incluyen las procedentes de calderas u hornos, fugas de aire acondicionado, etc. Los responsables de mantenimiento o entidades encargadas de gestionar estas instalaciones pueden aportar la información pertinente.
- Energía, gas y agua. Las instalaciones o los equipos de energía suelen tener esta información, pero el departamento de finanzas también tendrá acceso a ella a través de facturas.
- Viajes de negocios. La información de viaje aéreo se puede recopilar en la agencia de viajes o en equipo responsable de reservar los desplazamientos.
- De los materiales en los procesos de extracción, producción y transporte también se derivan emisiones. A ellas habría que sumar las relacionadas con la distribución de productos. Los responsables de la cadena de suministro de la organización podrán aportar información detallada sobre estos datos.
- Usar una calculadora de huella de carbono empresas. Esta calculadora simplifica un proceso que se resume en multiplicar los datos de actividad por los factores de emisión. Los primeros definen el grado o nivel de la actividad generadora de las emisiones, mientras que los segundos hacen referencia a la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por cada unidad del primer parámetro. Tras resolver la ecuación se obtiene un resultado en gramos, kilogramos o toneladas que representa la huella de carbono de la empresa.
Para realizar el cálculo, puede ser de utilidad la información que ofrece la “Guía para el cálculo de la huella de carbono y para la elaboración de un plan de mejora de la organización” que pone a disposición de los empresarios el Ministerio para la Transición Ecológica. Igualmente, las diferentes calculadoras que la misma institución ofrece en su web o las instrucciones de uso.
Medidas para reducir el impacto de la huella de carbono
Tras conocer los resultados de la huella de carbono de una empresa, es posible tomar numerosas medidas para reducir el impacto. Algunas opciones son escoger medios de transporte más eficientes para los viajes, usar equipos electrónicos que ahorren energía, aislar las oficinas para reducir los costes de calefacción y aire acondicionado o compensar algunas de las emisiones de CO2 mediante la compra de créditos de carbono, cuyo dinero puede destinarse a proyectos como plantar árboles o invertir en energía renovable.