Uno de los retos a los que se enfrenta el sector del packaging es conseguir que sea respetuoso con el medioambiente. Debido a la cantidad de envases que se requieren para proteger y transportar los productos, es necesario encontrar soluciones que reduzcan el impacto medioambiental que tiene el propio envase.
Garantizar su reciclado, desarrollando de este modo un sistema de economía circular en el que los desechos sean vistos más como materia prima reutilizable que como simples desechos, es un primer paso fundamental. Existen varias estrategias para conseguir un packaging 100% reciclable y que sea, por tanto, sostenible y respetuoso con el entorno medioambiental.
Qué materiales son más fáciles de reciclar
Son muchos los materiales utilizados en el packaging, y algunos son especialmente fáciles de reciclar. Por ejemplo, los siguientes:
- Papel y cartón. Tanto el papel como el cartón entrarían en la categoría de packaging reciclable. Su base de celulosa permite que se pueda reciclar con facilidad y, dependiendo del estado de las fibras, puede ser utilizado para distintos usos, como la fabricación de papel reciclado, servilletas o nuevo material de packaging.
- Vidrio. El vidrio es uno de los materiales que puede usarse en multitud de productos, especialmente en el caso de productos alimentarios. Tiene la gran ventaja de ser un tipo de packaging reciclable infinito, ya que no se degrada en el proceso de reciclado y puede usarse una y otra vez desarrollando un sistema de economía circular perfecto.
- Aluminio. El aluminio es otro de los materiales que se usa a la hora de embalar productos de tipo muy diverso, incluidos también productos alimenticios. Al igual que sucede con el vidrio, se trata de un material con un proceso de reciclaje virtualmente infinito, ya que el aluminio tampoco se degrada con cada proceso de reciclado.
- Plástico. El plástico es uno de los materiales más utilizados en el packaging, tanto de productos alimentarios como de cualquier otro tipo. Se trata de uno de los materiales que más ventajas de embalaje presenta, entre las que cabe destacar la facilidad de reciclaje.
Cómo garantizar el reciclaje de los materiales de packaging
Aunque el planteamiento para envolver un producto deber ser siempre el de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), hay que tener en cuenta que existen determinados productos que requieren de la presencia de envoltorio. En estos casos, es necesario que las empresas adopten una serie de estrategias que permitan facilitar el proceso de reciclaje lo máximo posible y, de este modo, asegurar que ese packaging reciclable sea efectivamente nueva materia prima. Estas son algunas de las medidas que se pueden tomar:
- Reducir el packaging a lo estrictamente necesario. Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de packaging sostenible es reducir aquellas partes o cantidades que no sean necesarias. Esta medida puede ir dirigida tanto al número de elementos que conforman el packaging como a la cantidad de materia que conforma cada uno de dichos elementos. Por ejemplo, en el caso de un envoltorio de comida, se puede reducir al máximo el número de capas que envuelven el producto en sí, así como reducir la materia que conforma dichas capas.
- Usar packaging reutilizable y con usos distintos. Es posible optar por un packaging que antes de ser reciclado puede tener otros usos para los consumidores del producto. Por ejemplo, un embalaje que permita ser reutilizado en forma de vajilla, o embalajes de cartón que se conviertan en otros objetos útiles.
- Presentar los materiales para que su reciclaje sea lo más sencillo posible. Hay que tener en cuenta que todo material de packaging tendrá que terminar siendo reciclado. Llegados a este punto, es fundamental facilitar al máximo el proceso para asegurar que dicho reciclaje se lleve a cabo de la mejor forma y con el menor coste energético posible. Así, es fundamental optar por materiales reciclables, como los mencionados anteriormente. También es importante que no se presenten combinados con materiales diferentes, ya que esto puede complicar y encarecer su reciclaje.
Las alternativas al packaging tradicional existen y dependen tanto del tipo de materiales utilizados como por la forma en que se presentan ante el consumidor. De esta forma, se consigue reducir el impacto de estos productos en el medio ambiente, al mismo tiempo que se fomenta una economía circular basada en el packaging reciclable, unos embalajes que, una vez terminada su vida útil, se convierten de nuevo en materia prima.